Dos palabras de diferencia

Cuando callas tu cautividad
Por la vergüenza que supone
Contar lo que te aflige,
Te sientes un tipo raro
Aislado entre la gente.

Eres tú, es tu culpa y estás mal;
Mientras todos se divierten en grande,
Tú sufres preguntándote por dentro
¿Cómo entenderían lo que siento,
Si nunca aquí han estado?

Es entonces cuando sobre el abismo
Ves la construcción de un puente,
Dos palabras lanzadas con amistad
Y una sencillez que te conmueve:
“Yo también”…entiendo lo que sientes…

“Yo también” es medicina y puente,
“Yo también”: hombro para descanso,
“Yo también”, sufría y ahora soy sano,
Me contaste sin reservas tu lucha y tu rescate,
¡Y ahora Cristo mi carga también ha llevado!