Primero, me hizo mucha gracia la broma del "número de la FERRETERIA en el celular"*, lo que dijo Ricky en la reunión del sábado anterior. En el instante entendí que yo si tenía esos números en mi teléfono y los borré alli mismo. Vi que en mi correo aun hay suscripciones a boletines que incluía vídeos de comerciales de ropa interior (aunque es un boletín de música), y que debo estar alerta ante el material que aún no he eliminado, y que ni sé que existe.
Siento que Dios me recuerda que mi naturaleza y mi mentalidad empiezan a cambiar. Confieso con vergüenza que antes, si hubiera asistido a una reunión como la del sábado, hubiera sentido ira y desprecio por los hombres que llegaron (parte de mi disfraz de una vida oculta, te pido perdón otra vez, Dios).
En la reunión del sábado, me sorpendí porque estaba sintiendo compasión genuina, comprensión, mucho afecto en ese lugar, y ganas de esforzarme por los hombres que asistieron. Ahora mismo me conmueve pensar como Dios me ha cambiado.
Gracias Ricky por contarnos. Eso me mantiene muy en perspectiva.
Siento que Dios me recuerda que mi naturaleza y mi mentalidad empiezan a cambiar. Confieso con vergüenza que antes, si hubiera asistido a una reunión como la del sábado, hubiera sentido ira y desprecio por los hombres que llegaron (parte de mi disfraz de una vida oculta, te pido perdón otra vez, Dios).
En la reunión del sábado, me sorpendí porque estaba sintiendo compasión genuina, comprensión, mucho afecto en ese lugar, y ganas de esforzarme por los hombres que asistieron. Ahora mismo me conmueve pensar como Dios me ha cambiado.
Gracias Ricky por contarnos. Eso me mantiene muy en perspectiva.
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* Son esos contactos que aún guardamos en el teléfono celular, disfrazados bajo otro nombre para no despertar sospechas.
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