Es necesario cerrar las ventanas,
posándose con valentía,
enfrentándole como un aguerrido.
Si es necesario hay que derramar lagrimas,
pero no permitir que escale por allí.
La meta es sabotear su cometido,
achacarla en plena acción.
Recuérdale que tus huesos no son de paja,
tu corazón no es como la gelatina
y tu Espíritu domina cada paso.
¡Exacto! levanta la vista,
¿es azul verdad?
tu mirada acaba de enfocar la salida.
Entrada original aquí. Cambié una palabra del título para que fuera acorde a lo que yo estoy viviendo hoy miércoles.
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