Caballerosidad significa rescatar a las mujeres de mi casa

Las lecciones que aprendo acerca de la masculinidad son de todo tipo, no solo acerca de la sexualidad. Están las lecciones de liderazgo, las de paternidad, y aquellas acerca del trato hacia otros.
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En este sentido, ayer estuve escuchando un podcast, parte de un website que trata acerca de lo que la caballerosidad significa en el mundo actual.
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Los caballeros adquirieron una identidad como tales en la Edad Media como hombres que juraban lealtad a la nobleza o realeza para proteger a su señor, a la Iglesia, y hacer el bien en el territorio que habitaban, en base a un código de valores que se transmitía oralmente y a través de la enseñanza de hombres mayores hacia aprendices de caballeros.
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En mi vida personal, aprendo entonces que ser un caballero hoy significa seguir viviendo con un código de valores elevado, hacer bien a mi Iglesia, y a los demás. Ser caballero significa ceder el paso a otro vehículo en el tráfico, ofrecer un cumplido y ayuda sin esperar retribución a cambio, no solo a los conocidos, sino a desconocidos también, y procurar ser un caballero tanto con hombres como con mujeres.
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Ayer tuve la oportunidad de ser entonces un caballero con mi hermana, pues sé que es con las mujeres de casa con quienes uno debe practicarlo como primera instancia.
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Yo tenía mucho sueño, y tenía planificado despertarme muy tarde. Sin embargo, escuché que mi hermana tenía problemas para sacar su carro de nuestro portón. Un tipo había dejado su propio carro estacionado frente a nuestra casa toda la noche, y ahora mi hermana tenía muy poco espacio para maniobrar y salir. Cuando yo salí a ver la situación, encontré a mi hermana asustada por que no quería rayar su vehículo, y angustiada porque ya se le había hecho tarde para ir a la universidad.
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Creo que fue la mejor oportunidad para ser un caballero con ella. Costó varios minutos maniobrar con el carro, centímetro a centímetro, hasta que lo conduje hasta la calle. Ver la cara de mi hermana, con alivio y admiración mientras le entregaba sus llaves, me hizo saber que esa es también una de las maneras en las que no solo he dejado la homosexualidad, sino que aprendo a sustituirla con nuevos valores, y que mi Padre me está entrenando muy bien para ser un caballero cuando empiece una relación de noviazgo.