Hace dos semanas me llamó una amiga para entrevistarme para un programa de radio, sobre el tema de la identidad femenina. Al final del segmento, ella hizo notar a la audiencia (tal vez excusándome) cómo yo representaba el punto de vista de un hombre que ve a una mujer bella.
Fue gracioso, creo que hasta me sonrojé un poco al hacer el recuento de todas las cosas que dije acerca de la belleza de la mujer latina. No identifico en qué momento se cultivaron esas ideas en mi mente.
No me malinterpreten, fue una buena entrevista, seria, hablamos al aire consejos para las chicas que han perdido el fundamento de lo que significa belleza verdadera, o que se han enredado en una relación sentimental en donde un hombre se aprovecha de sus heridas en su estima personal.
Pero al final del día, es una de esas ocasiones en las que al juntar todas las piezas de la situación, uno se queda con una sonrisa interna. Quien diría que yo alguna vez hablaría emocionado acerca de lo bella que puede ser una mujer.
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