Ayer asistí a la primera reunión del
Ministerio 300 Salvajes de Corazón. Encontré palabra fiel, me hizo sentir vivo. Sentí comunidad con otros hombres de mi iglesia. Llevé a un invitado, y sé que encontró algo útil para su vida también. Aprovechamos los minutos antes que empezara el evento para hablar acerca de nuestro avance como compañeros de crecimiento y responsabilidad.
Sentí el llamado de Dios nuevamente para ser guerrero suyo, para sentir mi masculinidad como algo salvaje y agresivo para atacar a la oscuridad, y para luchar por este proceso de restauración. Escucho la voz del Señor para encauzar mi temperamento, y olvidar los años en que fui agresivo y dañino. Dios transforma mi naturaleza de hombre para ser lo que Él quiere que yo sea.
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