Empecé el curso Libertad Pura en Setting Captives Free, sin saber realmente el objetivo que buscaba. Ahora sé que Dios quería iniciarme en la libertad para tener una vida sexual sana. Parte de mis malos hábitos y pecados son consecuencia del abuso que viví de niño.
Sin embargo, en estos primeros días, Dios ha hecho grandes cosas para darme una mentalidad nueva con respecto a mi sexualidad como hombre de Dios. Vea usted algunas de las lecciones que aprendí y queme esfuerzo por poner en práctica:
- Toda satisfacción fuera de la Palabra de Dios me deja sediento otra vez. Dios hizo mi alma, y la puede llenar. Dejo el agua sucia y empiezo a beber de la Biblia. Confío en Jesús y dejo mis cisternas rotas detrás.
- Hacer pública mi lucha y restauración pudre el pecado, como el hongo se deshace cuando es expuesto al sol.
- Cristo murió por mí, con todo mi pecado sexual sobre sí mismo, con las cargas del abuso y esa suciedad en sí. Esa imagen conmueve mi corazón y me acompaña para conocer su gracia.
- La gracia de Cristo es la que me permite renunciar a lo que siempre creí que era la naturaleza pecaminosa con la que tendría que vivir.
- El arrepentimiento genuino significa aflicción, y empezar a llenar mi mente con los conceptos de vida sexual sana que Dios tiene para mí.
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