sábado, 4 de agosto de 2007

Estar vigilante

En el Progreso del Peregrino, a menudo Cristiano es asaltado por numerosos enemigos, y a tiempo viene Vigilante para orar contra ellos. El escribe este poema basado en sus experiencias de los ataques por sorpresa de sus enemigos:

“Las pruebas que los hombres encuentran además,

Aunque son obedientes a la llamada celestial,

Son diversas, y satisfacen a la carne,

Y vienen, y vienen, y vienen de nuevo otra vez;

Por ahora, o por poco tiempo, por ellas podemos

ser tomados, superados, y vencidos.

Oh! vamos peregrinos, permita a los peregrinos entonces,

Ser vigilantes, y déjenlos ser como los hombres”.

Advierte que los propósitos de las pruebas y tentaciones, los ataques del enemigo, son para ser “tomados, superados y lanzados lejos”. Eso es lo que nuestro enemigo busca, hacernos lanzar lejos de la fe. Debemos estar en vela y oración, teniendo una vida vigilante.

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