I took my love,
I took it down
Climbed a mountain and I turned around
I saw my reflection in the snow covered hill
still the landslide brought me down
Oh, mirror in the sky
What is love
Can the child within my heart rise above
Can I sail thru the changing ocean tides
Can I handle the seasons of my life
Well, Ive been afraid of changing
cause Ive built my life around you
But time makes you bolder
Children get olderIm getting older too
Oh, take my love, take it down
Climb a mountain and turn around
If you see my reflection in the snow covered hills
Well the landslide will bring it down
If you see my reflection in the snow covered hills
Well maybe the landslide will bring it down
Hace casi un año, escuché esta canción mientras trabajaba en mi computadora. Sin proponérmelo en realidad, la letra me hizo llorar, al recapacitar lo que mi vida y mi relación con Dios habían sido hasta entonces. Volví a escucharla, pues no creía que Dios me hablara a través de Fleetwood Mac.
Y es que lloré por ver ese reflejo mío, ser lo que nunca quise ser ni vivir en el destino que Dios quería que cumpliese. Con miedo al cambio, a probar una vida distinta a la cautividad; y viendo pasar el tiempo mientras mi alma se hacía más dura, menos receptiva cada vez de la voz del Señor. Y como termina la canción... ¡ojalá una avalancha se llevase todo!
Pues Dios ha sido hasta ahora una avalancha más que efectiva.
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