martes, 13 de noviembre de 2007

e-Mail para los amigos

Hermano, quiero contarte de cómo progreso.

En los últimos meses has conocido de cómo Dios me ha llevado a ser libre del pecado sexual que me ataba. Sabes que viví años en una vida oculta de perversión sexual, y que en mi desesperación Cristo ha trabajado conmigo para hacerme victorioso. Esto es parte del proceso que como sabes inició hace tres años, en el cual Cristo me encontró.

Estoy por cumplir cuatro meses de libertad –para mí es un logro grande y emocionante- y he aprendido a considerarlo como el inicio del resto de mi vida. Terminé el curso de Libertad Pura (el curso del que recibías mis correos de respuestas) y ahora estoy en la mitad de mis estudios para convertirme en mentor de otros hombres. Sigo aprendiendo cada día principios de crecimiento espiritual y fortaleciendo mi disciplina espiritual, que creo nunca tuve.

Participo ahora en el ministerio Libres en Cristo, que es cubierto por mi Iglesia, Vida Real. Somos alrededor de 10 hombres y tenemos la cobertura de un pastor; yo soy el miembro más reciente. Trabajamos en Cristo por la libertad de otros hombres que luchan con secuelas de corrupción sexual en su vida, incluso ministros en sus propias iglesias.

Me han asignado mis propios alumnos, y me emociona ayudarlos. Me cuentan sus historias de pecado, pensando que son los únicos que viven en esa desesperación, y cuando conocen que mi historia es casi igual –pero ahora es una historia de victoria-, ven a Cristo, que puede hacer a un hombre libre de esta adicción.

Así, aprendo a vivir en semejanza al siguiente verso, pues el arma que el enemigo usaba para mantenerme amenazado y esclavo, ahora se ha vuelto su derrota. Mis compañeros y yo cortamos la cabeza del enemigo con el conocimiento adquirido, nuestro testimonio y nuestro trabajo:

Entonces corrió David y se puso sobre el filisteo (Goliat); y tomando la espada de él y sacándola de su vaina, lo acabó de matar, y le cortó con ella la cabeza. Y cuando los filisteos vieron a su paladín muerto, huyeron.
1ª Samuel 17:51

Gracias por escuchar mi testimonio en los últimos meses, leer mis respuestas de correo y ayudarme a seguir en las metas y compromisos que yo había asumido. El hecho que no me hayas juzgado cuando pudiste fue decisivo para que yo saliera adelante.
Ernesto

No hay comentarios: