viernes, 23 de noviembre de 2007

Siete dichos en la Cruz

Sigo estudiando acerca de la cruz de Cristo, y aprendo como Jesús dijo siete cosas mientras estaba crucificado, que tienen que ver con mi libertad:

  1. Lucas 23:34: Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y echaron suertes, repartiéndose entre sí sus vestidos. Hallo perdón después de las innumerables veces que fallé satisfaciendo mi carne y vaciando mi alma, con imágenes o sustancias que ocupaban el lugar de Cristo. Hallo reconciliación con Dios y con los hombres.
  2. Lucas 23:43: Entonces El le dijo: En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso. Hallo salvación y promesa de dejar mi vida anterior, por una vida gozosa y libre en esta tierra, y disfrutar con Cristo la eternidad, libre de toda tentación.
  3. Juan 19:26-27: Y cuando Jesús vio a su madre, y al discípulo a quien El amaba que estaba allí cerca, dijo a su madre: ¡Mujer, he ahí tu hijo! Después dijo al discípulo: ¡He ahí tu madre! Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su propia casa.
    Hallo en Cristo amor genuino, alguien que me hace habitar en comunidad, en familia cuando no tenía nada de esto.
  4. Mateo 27:46: Y alrededor de la hora novena, Jesús exclamó a gran voz, diciendo: Eli, Eli, ¿lema sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
    En su abandono y separación, Cristo sintió lo que yo sufrí, las veces que lloré pensando que mi vida debía terminar, y como me dolía no encontrar a Dios. Por ese momento horrible que vivió, ahora yo habito junto al Padre.
  5. Juan 19:28: Después de esto, sabiendo Jesús que todo se había ya consumado, para que se cumpliera la Escritura, dijo: Tengo sed.
    Mi propia vida estaba sedienta de aprobación constante de amigos, de un padre, de quienes pudieran ser un modelo para mí. Deseaba una estima sana de mí mismo, y en verdad tuve sed como Cristo la tuvo.
  6. Juan 19:30: Entonces Jesús, cuando hubo tomado el vinagre, dijo: ¡Consumado es! E inclinando la cabeza, entregó el espíritu.
    Jesús hizo este sacrificio conscientemente por mí; cuando expresó consumado es, sabía que cumplía cada profecía, cada mandamiento de la ley en sí, para que yo fuera libre. Terminado es ahora el juicio que había contra mí, cancelada el acta de mis pecados, y consumado el sacrificio definitivo por mí.
  7. Lucas 23:46: Y Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró.
    En Dios ahora encuentro a un Padre como nunca lo tuve. En sus manos he encomendado mi destino, mi hombría, mi paternidad, mi amistad, mi trabajo, mis metas, mis deseos y mi futuro eterno. Saber que en sus manos amorosas habita mi espíritu, me hace amar ser libre y agradecer por ello.

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