Encuentro en la trilogía de Jason Bourne mucho aprendizaje acerca de la masculinidad verdadera. Bourne está comprometido completamente para descubrir su identidad verdadera. No se permite distracciones y está consciente de los obstáculos en el camino. Incluso la forma en que camina es intencional. Yo mismo aprendo ahora a no permitir que nada me distraiga del propósito en Cristo que tengo trazado.
Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales. Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza. Efesios 6:112-13 NVI
Uno no puede imaginarse a Jason Bourne deteniéndose para ver pornografía en la Internet. O emborracharse. O ser un perezoso.
A plena luz del día, mientras todas las personas se encargan de sus asuntos, se lleva a cabo una guerra secreta de la cuál solamente Bourne está consciente y que piensa ganar a toda costa. Cuando Bourne ve el peligro, o una amenaza, no se echa atrás, sino que con calma lo evade o lo ataca terminantemente.
Bourne persigue y enfrenta a caulquier hombre que lo dañó en el pasado. Su meta no es la venganza sino la comprensión. Sólo busca la verdad acerca de su identidad y reparar el daño que hizo en su vida anterior.
Cuando estoy cansado, golpeado o exhausto, ¿enfrento mis tentaciones con estrategia, astucia y destreza? ¿Cuáles son las armas de mai arsenal para combatir la tentación? ¿Enfrento el pasado y a quienes he herido con hombría y gallardía? ¿Trabajaría enfocado y sin dar tregua hasta ganarle a lo que me quiere dominar? Este es el tipo de preguntas que caracterizan mi camino en libertad y recuperación.
P.S. Las escenas de las peleas en las tres películas están increíbles y merecen verlas. Y son otra excelente forma de entender como partir en pedazos cualquier amenaza...
No hay comentarios:
Publicar un comentario