El año pasado tomé la decisión de no regresar al segundo empleo que tenía. Dios se mostró en verdad grande conmigo al permitirme hacerlo y ordenar mi vida de una mejor manera.
El día de hoy me levanté muy temprano, para tener una última oración por los eventos del día. A las 6:30 A.M. estuve en el primer desayuno para hombres organizado por Libres en Cristo. A las 8:30 A.M. desayuné (no comí en el primer evento...) con un amigo con el que impulso un nuevo grupo de crecimiento y estudio bíblico para hombres solteros. Y a las 9:30 A.M. empezamos la tercera sesión de este grupo.
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Es un horario apretado, pero en verdad terminé agradeciendo a Dios por lo cómodo que me siento en él. Dedicar una mañana completa a Él ha marcado una diferencia y sé que va a hacer de cada uno de los próximos sábados, un sábado excelente.
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