Desde la lectura de Chazown, he aprendido que debo cuidar mi cuerpo también para la gloria de Dios. Tengo algo de sobrepeso, y aunque no es mucho, reconozco que esas libras de más son mi negación, un auto boicot para permanecer en una imagen corporal infantil. Hacer ejercicio y dieta se ha convertido en una meta para demostrar que puedo honrar a Dios y asimilar con orgullo la masculinidad en mi cuerpo tanto como en mi personalidad.
Llevo un mes completo cumpliendo mis metas de ejercicio y dieta, y estoy listo para subir el estándar.
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