martes, 22 de julio de 2008

Santo Dios, yo también conozco a un Po a mi cargo


Hoy fui con una amiga al cine, por que no quería que se fuera del cine Kung-fu Panda sin que yo la viera. Y al terminar la película (además de la animación increíble), yo ya había guardado para mí mi propia porción de construcción para mi vida, aunque no esperaba encontrar en esta película lo que Dios puso en mi corazón.

Cerca de 1:20 en este trailer aparece la escena que más me gustó/confrontó/movió: Cuando al mentor se le recuerda que su deber es nutrir, y su tarea ayudar al alumno a encontrar su destino. Justo mi naturaleza es de nutridor, y ahora estoy viviendo la necesidad de renunciar a mi propia naturaleza para abrazar la de formador, nutridor y mentor.

Plus, mi amiga también notó el tema de paternidad y validación en la película. Nice.

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