domingo, 30 de noviembre de 2008

los peores días en los últimos 16 meses (parte 2 de 3)

Luego de un fin de semana de intensas luchas, recibí la llamada telefónica de dos amigos, excelentes compañeros de responsabilidad. El primero de ellos me enseñó que me estaba limitando en contarle a mi pastor acerca de las luchas con mi sexualidad, y que allí era donde mi círculo de protección estaba roto; me abrió los ojos también para que pueda contarle a algunos a quienes estoy formando informalmente, acerca de las mismas luchas, para que aprendan acerca de la batalla espiritual y tomen algunos ejemplos. Escribí esta leción de una manera un tanto clínica en el otro blog en el que escribo:
El principio de rendición de cuentas es multidireccional en cuanto a personas referentes (aquellos a quienes se entregan cuentas). Se rinden cuentas hacia los lados, a los compañeros de responsabilidad; hacia abajo, a quienes dependen de uno; y hacia arriba -al liderazgo pastoral. Si uno de estos referentes hace falta, su ausencia abre una puerta para la entrada del enemigo.
Luego una amiga me llamó para contarme que durante este mismo fin de semana, sintió la necesidad imperiosa de orar por mí, por que supo en el Espíritu Santo que yo estaba pasando un momento difícil de batalla espiritual. Sin embargo, también sintió la advertencia para NO llamarme. Me explicó que supo que yo ya podía pelear solo, que iba a obtener esta victoria, y que su intercesión sería suficiente. Este fue un mensaje para que yo supiera que mi Padre ya me considera un hombre que ha madurado para vencer, y que mis herramientas y armas están bien aceitadas y afiladas ahora. Sigo confiando en Él.

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