domingo, 30 de noviembre de 2008

los peores días en los últimos 16 meses (parte 3 de 3)

Originalmente, estas entradas se referían al fin de semana del 16 de Noviembre. Sin embargo la crisis se ha extendido y saltado de un fin de semana al otro. Aquí y aquí las dos entradas previas de esta lucha.
.
Estuve enfermo durante más de una semana, empezando el martes 18 y terminando el miércoles 26 de este mes. El día sábado fue el peor, pues el desorden en mi estómago era espantoso. Debido a que mis emciones se han mezclado con mis hábitos alimenticios, no es de extrañar que haya coincidido el malestar con una crisis.
.
Desde el año pasado estaba posponiendo una conversación con alguien con quien viví una relación emocional muy dañina. Cuando empecé un discipulado con Libres en Cristo para librarme de la impureza que me gobernaba, corté gran parte de la comunicación con esta presona. Sin embargo, una vez más se había convertido en una fuente de tentación y de tensión emocional profunda (en ese tiempo, terminar con los patrones adictivos en esta relación me costó muchísimo trabajo y dolor). Incluso revisando las entradas de hace un año en este blog, encuentro indicios de esta relación y de como yo creía que estaba bien encaminada en Cristo. *hmpf*
.
Habiendo pedido oración a mis compañeros de responsabilidad, y luego de haberle comentado a uno de mis mentores acerca de la tensión que estaba pasando, enfrenté la conversación pendiente (era almuerzo, y no pude comer nada en realidad).
.
Primero, explicarle que no más puedo seguir con las rutinas para relacionarnos, que involucraban inmoralidad. Ahora soy distinto, he seguido un mejor camino, y no necesito regresar. Para mí fue difícil ser terminante, pero ese fue el mensaje: A partir de este día, nunca más puedo seguir con este trato (esto es más una promesa conmigo mismo).
.
Segundo, reconozco que esta relación estuvo mal, muy mal. Satanás corrompió algo que era bueno, y mi carne contribuyó con buena parte; aunque todo ha quedado atrás, sigue doliendo y yo lucho contra la culpa.
.
Regresé a mi casa luego de este "almuerzo", a llorar mucho. Me sentía humillado por haber tenido que sostener una conversación tan vergonzosa; roto por Dios, cansado de Su trato benigno conmigo, consciente que debo hacer estas cosas para ser mejor y más limpio cada día, corregido y disciplinado como hijo, y adolorido -sé que Dios castiga al hijo al que ama. Afortunadamente, Dios fue bueno y Su Santo Espiritu estuvo conmigo, convenciendonos a ambos de pecado.
.
Dios sabe que entonces no sabía cual era el camino correcto, y que si pudiera, borraría todo y repararía por mí mismo el daño que causé. Hoy sé que lo que ha pasado tiene un propósito, y empiezo a verlo poco a poco. Escribo al respecto cuando tenga todo claro y ordenado...

No hay comentarios: