lunes, 23 de febrero de 2009

comprar un iPod: ser responsable por lo que pongo en mi mente


Hace unos meses compré un iPod. Lo que hace importante a esta entrada es que yo era un desdeñoso de todo el technorush que a la gente le entra por todo lo que sea Mac, y que no intento justificar mi compra (whew, y es que resultó caro el aparato, + una funda protectora). Es más bien el hecho de que su uso ha significado un cambio radical de vida. Estos son algunos de los beneficios que he encontrado en mi iPod:
.
Un dispositivo así me permite tomar responsabilidad individual por el entretenimiento que pongo en mi mente. Quienes han leído este blog o algún otro blog en el que escribo saben que algo que puede despertar en mí la tentación es la música; todos los artistas y géneros que pertenecen a la escena gay, y que hacen de las canciones ganchos para regresar al pasado o para asumir una falsa identidad homosexual. Otro tipo de música que me 'despierta' es el reguetón, por obvias razones. Eso constituye para mí tentación en el gimnasio, o en un centro comercial, por ejemplo. Sabrán también que el proceso ha incluido deshacerme de mis CDs y DVDs de colección, desligarme de los artistas de los que siempre he sido fanático, deshacerme de la TV, y comprar libros de manera estratégica.
.
La tecnología de iTunes me 'obliga' a escoger y programar la música que puedo escuchar. Si yo pongo algo inapropiado, es mi responsabilidad y mi pecado el que alimento; confieso que me costó casi un mes empezar a usarlo, enredado en la duda de ver tanto espacio vacío y ni siquiera saber que contenido ponerle (es en serio un problema cuando casi todos los artistas que conocía son gay friendly, o de alguna manera su música es erótica, y cuando llevaba años pendiente de sus nuevos lanzamientos, o de coleccionarlos). Sin embargo, en mi camino Dios ha puesto amigos que me han introducido a mejores y más sanos gustos musicales.
.
Almacenar la música en este dispositivo móvil le permite a mi compañero de responsabilidad revisarlo cuando lo considere necesario, para comprobar que cumplo mi compromiso de seguir en libertad. Antes guardaba la música en el equipo en mi casa, lo que me permitía ocultar ciertos secretos.
.
Poder armar playlists (listados de canciones para reproducir), me ha permitido pelear y ganar dos batallas principales. Tengo un playlist que me recuerda el arrepentimiento genuino en mi vida, y las razones por las cuales no caigo en pecado sexual, y otro playlist para los momentos en los que dudo del camino que tomé al dejar mi carrera, y venir a trabajar a tiempo completo en la Iglesia. He llorado junto a estas canciones, y mi corazón se ha realineado.
.
Al descubrir los podcasts, pude programar el iPod para que descargue automáticamente las prédicas y los programas de la estación de radio de mi iglesia, y repasarlas durante la semana. Me ha permitido llevar cerca a grandes autores que han sido mentores a distancia, en la renovación de mi mente. Jeff y Rose Colon, Steve y Kathy Gallagher, Joyce Meyer, Lisa Williams, Theodore y Candice Waters, Rob Bell... de cierta manera me siento mejor protegido por la sabiduría que ahora me rodea. Guardo audiolibros que me marcan y forman parte de mis metas anuales, de autores como Dave Ramsey, John Eldredge y John C. Maxwell.
.
El iPod me ha puesto en contacto con otros medios, como la revista Runner's World, que ahora leo para mejorar mi entrenamiento como corredor. El especial de playlists publicado en la revista me ha enseñado a encontrar canciones y graduarla en beats por minuto (bpm) para que acompañe mi entrenamiento. Y encontré otro podcast genial, Podrunner... elaborado por un DJ que hace música graduada tambié en bpm para correr. Tales recursos han mejorado mis tiempos y mi resistencia como corredor.
.
Hacer este cambio en mi vida ha significado inversión monetaria, y tomar el trabajo de aprender y descubrir nueva música. Significa nuevas tentaciones también pues hay material pornográfico en vídeo y audio disponibles para descargar. Sin embargo, me ha permitido asumir responsabilidad ante Dios y mis amigos por lo que pongo en mi mente, y me ha impulsado en crecimiento.
.
Y como nota más, me estoy volviendo uno de esos fanáticos del iPod que antes desdeñaba, y ya tengo mis marcas favoritas de accesorios con los que consiento al aparatito. Esta es la marca de mi funda principal (la de color negro a la izquiera en la imagen con la que inicia esta entrada), y esta la de la banda para el brazo que uso para correr.

1 comentario:

Anónimo dijo...

jee a mi me sirve un ipod que tego para escuchar los mensajs dd LEC y musica cristiana.
este me lo saque en una rifa,, no page un cinco jijiji
broma