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Varias veces en días recientes he escuchado a algunos amigos (y me he escuchado a mí mismo) hablando de una definición personal de pecado. Esto es alejado de la verdad. No existe algo como "mi pecado era ver porno", o "mi pecado era el adulterio". La definición ha de abarcar todo, los pecados que cometí, los que no, e incluso los que ni siquiera me causan tentación. Nunca pensé en traicionar a una esposa, o propasarme con una novia, o no me hubiera sentido tentado al ver la swimsuit edition de una revista.
(¿Maxim? Naaah, eso no me afecta... ¿entonces... porqué no puedo dejar de verla en el puesto de revistas?
¿Por qué me sentía tan 'incómodo' con la ropa interior que se le marca a esa chica en el restaurante donde almorcé?)
Así, "mi" pecado sexual era la atracción homosexual. Sin embargo, ahora que mi orientación sexual ha empezado a transformarse, me he encontrado tentado por cosas que antes ni siquiera me llamaban la atención: porno heterosexual, contratar a una mujer por sexo, el deseo por las mujeres que veo en un centro comercial. Para estas cosas no estaba preparado; no estaban en mi definición de pecado, y pudieron haberme hecho caer.
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Precisamente por eso debí ajustar mis parámetros, mis hábitos, mis límites y mi entrega de cuentas a mis amigos. El hacer enunciados conscientes de lo que considero pecado me ha preparado para cuando estas 'nuevas' tentaciones aparecen, y tener estrategias listas para ser vencedor.
2 comentarios:
hay ocaciones en las que uno, llega a tener una definicion de pecado, solo por las acciones que se han llevado a cabo. Pero, como vos decis, es importante delimitar nuevamente eso que "creiamos" que era pecado, que poco a poco como que los límites se van ampliando. Pero tengo que tener cuidado de eso.
Alan, vos sabés que justo en estos días esty aprendiendo a redefinir el pecado no según mi pasado, sino según lo que la Biblia dice, y según mi estado futuro como hombre.
Dale adelante, mano.
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