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Debo confesar que nunca en mi vida me habían temblado las piernas, literalmente. Sin embargo, he encontrado que en mi interior ya hay fortaleza para contar lo que ha sucedido, especialmrectas, en el bootrsonas me han hecho preguntas directas, en el booth, o al aire, en entrevistas con medios. Algunos no se han conformado con escucharme, ni han mostrado expresiones de incomodidad, sino que se han mostrado sedientos de profundizar en el tema. Estas son algunas de las preguntas directas que me han hecho (y mis respuestas, para los interesados).
- ¿Y tú fuiste abusado en tu infancia?
- Si.
- ¿Has sido libre de la homosexualidad?
- Si.
- ¿Te descubrieron viendo pornografía?
- Si, en el trabajo. Unas seis personas vieron en el departamento de tecnología lo que yo estaba viendo en mi monitor.
- ¿Perdiste tu empleo a causa de lo anterior?
- No, por alguna razón el jefe del departamento decidió no informarlo, y así yo tuve otra oportunidad.
- ¿A quién fue la primera persona a quien le confesaste tu pecado?
- A GC, mi mejor amiga. Durante la época navideña del 2006 ella sintió fuertemente la carga por buscarme para tomar un café. Yo a la vez empecé a sentir la necesidad de confesarlo a alguien. Gloriosamente, su esposo había empezado a tomar el curso de Libertad Pura en Libres en Cristo, y ella me contó acerca de los cambios que veía.
- ¿Cuándo sentiste que habías tocado fondo?
- Cuando los desórdenes de personalidad se apoderaron casi por completo de mi vida.
- ¿Cómo y cuando sentiste el llamado para dejar tu carrera y dedicarte a tiempo completo a la vida ministerial?
- Justo hace un año, mi ahora jefe estaba de viaje en Expolit 08 y yo empecé a sentir la confirmación del Espíritu Santo para hacer este cambio. Esperaba con ansias que regresara de Miami para preguntarle si podía comenzar a trabajar como gerente del ministerio. Hasta entonces yo trabajaba como voluntario.
Hablar tan abiertamente me llena de nervios y adrenalina, pero también de una gran emoción y determinación. De verdad doy gloria a Dios por eso.
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