Cuando hay remanentes de un estilo de vida gay/ Un cambio en mi rutina de ejercicio

En estos meses he cobrado más consciencia acerca de las conductas, los gustos en música y ropa, o las actitudes que lo identifican a uno con el estilo de vida gay, y que aún pueden mostrarse en mi vida.
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Creo que ya no muestro amaneramientos, y eso no ha de ser un problema. Sin embargo, la semana pasada en el gimnasio, solo por diversión sustituí la rutina que supuestamente iba a hacer, por una de las clases que ofrecen por las noches.
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Me sentí extrañísimo, totalmente fuera de lugar. Aunque es una clase que seguía regularmente, y que en sí no es algo pecaminoso, sino que sigue siendo ejercicio, pues... no sentí que fuera congruente con mi identidad masculina. Por muchas razones, ya no lo es. Por el contrario, me siento muy, muy cómodo ahora que corro como ejercicio, por la competitividad, por la disciplina y por la sensación de espacios abiertos y de aire libre, que es más congruente con mi nueva identidad.
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Así que esa fue la última vez que hice esa clase en el gimnasio. Y creo que este es un indicador de como deshacerme de una vez por todas de estos indicadores de un estilo de vida gay, en las próximas ocasiones.