jueves, 4 de marzo de 2010

Este es el efecto de tu victoria en mi vida, hermano

Hermano, voy a buscar la forma de decirte esto luego.
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Ayer me contaste que te costó mantenerte en pureza la semana pasada. Pero cuando vi la expresión que tenías cuando dijiste esa frase, entendí que sufriste, en verdad dejaste vida tirada con tal de ganar. Te entiendo, mantenerte puro en esa ciudad, es una misión casi imposible -yo ya pasé por eso en ese lugar, y sabés que después de ese viaje, no volví a ser el mismo.
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Sé que te mantuviste por Dios y para Él, y tal vez no hayás pensado en los efectos que tu pureza tiene en quienes te rodean. Pero para mí, el hecho de que hayas regresado con una historia de victoria en lugar de un montón de fracasos, me hace pensar que si vos pudiste confiar en Dios en circunstancias tan adversas, yo tengo la obligación como mínimo, de seguir tu ejemplo.
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Subiste el estándar en mi vida, hermano -y te lo agradezco.

1 comentario:

Tito dijo...

Vos Neto, ésta entrada esta cargada de emotividad, la verdad no pude evitar que mis ojos se humedieran y me recordarán algo... Sensacional... Inspirador...