Pero las ideas que escribí en la entrada del día de ayer, me sirvieron mucho. En lugar de abandonarme a ese trance para evitar las responsabilidades del día, puse mi esfuerzo en regresar a la realidad.
«Yo no soy el que está en esas fantasías, yo estoy aquí afuera, en mi casa, y espero un día cargado, pero un gran día. Esas fantasías sólo son escapes, y no puedo desear el pecado que produce muerte y separación.
«No me engancharé en el ritual de la adicción sexual, voy a despertar bien a mi vida real, para ver a mi familia y empezar el día. Hoy no será el día en el que me escape de mi vida.»Como complemento, durante esta mañana contacté a mis compañeros de responsabilidad para que pedir su apoyo en mantener esta resolución de santidad.
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