viernes, 9 de septiembre de 2011

La quimica cerebral de la pornografia: La atrofia para sentir placer

Muchos defensores de la pornografía argumentan que tal adicción que no existe, pues solamente se puede ser adicto a una sustancia; la pornografía, dicen, es una actividad, o es un estímulo visual, pero no una sustancia.

Tales defensores comentan que es un hecho que las drogas, el alcohol y los cigarrillos son agentes físicos y químicos que son ingeridos y que pueden tener efectos adictivos, medibles y nocivos hasta un punto letal, pero que nadie ha muerto por ver pornografía, y por lo tanto no debe ser combatida ni regulado su consumo.

Considera ahora a la dopamina. Este químico es un primo cercano a la epinefrina (también llamada adrenalina), y ambos son neurotransmisores que le dicen al cerebro que debe ponerse en acción. El flujo de dopamina es importante en las partes del cerebro que nos permiten movilizarnos, y cuando las partes que producen tal dopamina en el cerebro se dañan, es entonces cuando resulta en Síndrome de Parkinson. Para tratar el Parkinson, los médicos prescriben la dopamina como una droga externa, y eso ayuda a que el paciente recupere movilidad.

¿Es entonces la dopamina una droga si se produce en laboratorios farmacéuticos, pero no se considera droga cuando el cerebro la produce?

Por supuesto, ambas son la misma droga en todo el sentido de la palabra, sin importar en donde se ha producido.

En el centro del cerebro está el núcleo accumbens, un área del tamaño de una almendra, que se activa mediante la dopamina y otros neurotransmisores, y que hace que valoremos y deseemos ser recompensados placenteramente. Sin dopamina, no tendríamos incentivos para comer, procrear, o inclusive para ganar en un juego.

Sentir placer no es pecado; disfrutar sensaciones placenteras (incluyendo el placer sexual) en la vida es parte de nuestra gratitud hacia Dios por nuestra naturaleza y nuestra identidad. Pero el placer en choques fulminantes, como los acelerones que trae la pornografía, causan un daño real: el sobreuso y sobrecarga del sistema de recompensas causa adicción.

Cuando los canales cerebrales son usados compulsivamente, ocurre un desgaste que disminuye la cantidad de dopamina disponible en las áreas cerebrales que procesan el placer, y las células que producen dopamina comienzan a atrofiarse o encogerse. Es como si todo el tiempo estuvieran exprimiéndose u ordeñándose para sacar hasta la última gota de dopamina, hasta dejarlas exhaustas. Las células del sistema de recompensas en el núcleo accumbens son así privadas de dopamina y viven en un estado de hambre de esta droga, mientras también se estropean los receptores de las células del sistema de placer.

Para hacer circular dopamina, el cerebro de un adicto necesita estímulos sexuales y visuales cada vez mas fuertes. Las imágenes que al principio eran excitantes, ahora parecen sosas y no producen ningún efecto, de tal manera que quien consume pornografía necesita imágenes cada vez mas fuertes y chocantes para excitarse.

Yo recuerdo este estado adictivo en el que vivía. Recuerdo cuando era adolescente, y me empezaban a atraer las mujeres. Por muchas circunstancias de crianza, empecé a dudar de mi identidad, y cuando tuve acceso al internet, la primera pornografía a la que fui expuesto fue a la de tipo homosexual. Recuerdo haberme asqueado, pero también la descarga emocional que sentí, la sensación de peligro que sentí, y ahora que lo pienso, puedo identificar los escalones a los que fui descendiendo al ver pornografía, y las situaciones de riesgo en las que me metí (casi ilegales) para masturbarme, pues encontrar siempre algo nuevo se hizo una obsesión para mí, y me aburría rápido de lo que experimentaba en este pecado. Cuando ahora regresan algunos de esos recuerdos, y puedo compararlos con los valores que he desarrollado, me avergüenzo, al notar cuan ofensivos y denigrantes eran el material que consumía y algunos de mis hábitos.

Las buenas noticias son que el proceso de degradación química en el cerebro puede sanarse y revertirse. Piensa que el desgaste de los canales de dopamina equivale a un sendero en el bosque, en el cual la gente que lo recorre, de tanto caminarlo, ha impedido que crezca en el nueva vegetación; para que las plantas crezcan de nuevo, y el sendero desaparezca, se necesita que la gente deje de caminar en el y pisotearlo. Tu cerebro esta lleno de esos senderos gastados, y ahora necesitas dejarlos descansar, para que regrese a su estado natural.

Para lograrlo, necesitaras de bastante tiempo, y de ciertas etapas:
(1) Abandonar el hábito de ver pornografía. Hay muchas razones para cortar radicalmente con la pornografía, pero ahora tienes una razón adicional: detener la espiral descendente que ha estado degradando tu cerebro. El descanso de esos choques te permitirá un estado de sobriedad cada vez mejor; aun cuando al principio sea poco el tiempo que resistas, son ventanas de tiempo que se van a ir extendiendo cada vez mas, haciendo tu lucha menos compleja.
(2) Reenfocar tu necesidad de placer genuino. El cambio en la vida de un adicto al sexo se produce en el interior, en las creencias acerca de Dios, de la santidad, de sí mismo y de otros. Pero juntamente con esto, es necesario un cambio externo en tus hábitos.
Reenfocarte significa cambiar el objeto de tu lucha. Antes te enfocabas en obtener el placer sexual, y ahora de evitarlo - pero siempre sigue siendo acerca de la pornografia. Ahora debes cambiar el enfoque,  y cambiar tu conducta para buscar otro tipo de placer, el placer sano. Al resistir de una manera inteligente la tentación de ver pornografía, recableas tu cerebro. Es lo que se llama un cambio bio-conductual.
La Biblia nos enseña que es necesario cambiar las cosas viejas por nuevas. Si solamente abandonamos el hábito de consumir pornografía y ceder a la masturbación, sólo estamos a medio camino de lograr un cambio. Es preciso traer lo nuevo a nuestra vida. Si estás abandonando el ciclo del placer temporal y nocivo de la pornografía, debes buscar intencionalmente empezar en tu vida de nuevo la búsqueda de placer genuino.

Para ampliar la lectura, quiero dejarte dos entradas que escribí para el blog de Libres en Cristo, en este enlace, y en este otro. Este material se publicará completo dentro de algunos meses como parte de un nuevo proyecto del ministerio.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por proverme de la informacion que andaba buscando justamente yo tambien estoy tratando de salir de la viciosa espiral de la pornografia y lo que dices es verdad.Me alegra saber que puede haber una rehabilitacion,como en tu caso,aunque comprendo que va a ser dificil no me rendire.Muchas gracias por la advertencia de lo que puede pasar, y de tener el valor de de compartir sinceramente tu experiencia con los demas.
Saludos y que sigas en el camino de una vida mas sana.

Anónimo dijo...

Hola gracias por informarnos acerca de los nefastos efectos y consecuencias que tiene el consumo de pornografia y masturbacion en nuestro cerebro, actualmente e presentado varias consecuencias como temblores en mis extremidades y perdida de memoria, me asusta pensar que el deficit de dopamina en mi cerebro pueda implicar una enfermedad como el parkinson, puesto que soy muy joven y no quisiera padecer esto en algun momento de mi vida actualmente tengo 21 años e consumido pornografia y por ende masturbado desde los 12 años, pero leer en su blog me da la esperanza y fuerza para dejar este vicio y recuperarme, se que con la ayuda de dios y el poder de su hijo jesucristo lograre vencer este mal habito y me recuperarme logrando que desaparezcan estas nefastas consecuencias que me an acarreado el tomar malas decisiones en mi vida, muchas gracias