Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, 2a Corintios 10:4-5 RV
Aníbal, un buen amigo mío, me enseñó a imaginar este versículo. En estos días he luchado mucho contra pensamientos que podrían arrastrarme de regreso a lo que era. Sin embargo, he aprendido a imaginar justo esto, a mí mismo tomando estos pensamientos y derribándolos por tierra. Estos vídeos son inspiración suficiente para visualizar estas victorias sobre los pensamientos pecaminosos.
1 comentario:
wow me vi a mi mismo, y Dios lo sabe,, wow
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