Ultimamente he estado muy silencioso. Me está costando expresarme con la energía y la fuerza con la que quiero transmitir visión o información. Necesito recuperar (y aprender de nuevo) la habilidad para comunicar, para hacerme llegar, para encender y empoderar a otra gente. Especialmente para no callar con mi lenguaje corporal, no parecer parco ni distante; quiero en verdad llegar a sentirme seguro y fuerte cuando hablo.
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Leyendo hoy la Biblia en mi tiempo devocional, encontré palabras que me ubican en lo que siento. Para hablar con pasión necesito recordar que mis límites son muchos, pero que Su eternidad está en mí y me da destino. Recuerdo que cuando hablo, me siento con los pies firmes en una roca, y la gente puede confiar en Dios. Aprecio que ha puesto Su Palabra y Su ley en mí, y que su verdad y fidelidad han sido tantas, que no puedo sellar mi boca y quedarme callado la próxima vez. Es otra lucha fuerte, pero sé que en Él, lo puedo hacer.
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