sábado, 29 de noviembre de 2008

Mis dudas en un pick-up, y en una noche sin fuego

Las primeras veces en las que me toca hacer algo que desconozco, me da mucha ansiedad. Esta semana sé que Dios como papá me puso en dos situaciones para practicar nuevas destrezas: manejar un pick-up a campo traviesa y encender una fogata en campo abierto.
¿Por qué es ésto importante para mí?
No son las destrezas en sí, sino que estoy consciente de que son las cosas que un padre biológico debió enseñarme, y ahora me llenan de la pregunta ¿Será que tengo lo que se requiere para desempeñarme como un hombre adulto? (¿Voy a terminar incrustado en un árbol con el pick-up, y llegar a la cabaña humilladamente como peatón? ¿Voy a terminar en la noche con frío y sin poder asar comida porque no pude prender fuego? ¿Que van a pensar los líderes que están a mi cargo acerca de mi incapacidad para hacer estas dos cosas? ¿Será que todos mis amigos varones pueden hacerlo con eficacia y rapidez y yo soy el único que no lo puede?)
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Pues ambas pruebas fueron superadas bastante bien. Además de las lecciones acerca de detalles técnicos para mejorar a la próxima, me entreno también en confiar y a preguntarle en confianza a mi Papá acerca de mis habilidades, acerca de mi intuición para hacer las cosas, y en confiar que en los detalles prácticos de la vida, mi fuerza interna está allí, y ya no estoy solo, sino que cuento con un Padre que me instruye.

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