Aprendo que el cambio de atracción sexual necesita entrenamiento mental

He aprovechado estos días para hablar con varios amigos personalmente. Recientemente encontré una enseñanza acerca de exponerme a la compañía de amigos y amigas que muestran a Cristo en su vida. Esa enseñanza fue tan impresionante que merece varias entradas... que espero escribir luego.
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Pero esta conversación específicamente abrió mi entendimiento y me dio consuelo. La pregunta que había hecho a mi amigo hace unos días fue ¿cómo lograste que cambiara tu atracción sexual de los hombres hacia las mujeres? Bueno, no puedo explicar todo el contexto de mi amigo, pero llegó bastante profundo en el pecado sexual, y ahora he visto su restauración. Sé que tardó varios días en armar su respuesta, y de la misma quiero recordar todo lo posible:

1. Podemos encontrar que año con año el impulso por el pecado sexual disminuye en intensidad y frecuencia. Ahora las luchas son mucho menores, y más espaciadas. No había pensado en ésto, y definitivamente es una mejora; ésto es obra del Espíritu Santo, y me permite ver que en 2009 las crisis serán incluso más leves y mucho más espaciadas. Hubo un tiempo en el que la crisis era día con día, y ahora tal vez la tentación severa ocurre aproximadamente cada dos meses.
2. Hay un gran número de procesos de cambio que se centran en MI. No somos egoístas, pero Su misericordia es tal que puedo sentir como todo se ordena a mi alrededor para que mi pureza sexual sea asegurada.
3. Me decía mi amigo que en realidad su atracción sexual por nuestro mismo género... *ejem*... no ha cambiado aún por completo. Mi primera reacción fue de sorpresa, mezclada con algo de decepción. Sin embargo, con una reacción movida por la misericordia y la confianza que entre nosotros existe ahora, mi amigo procedió a contarme como las fantasías y los deseos interrumpen sus momentos más preciados, y cómo ha aprendido a combatirlos. Esta narración me hace recordar que la orientación sexual no son dos puntos opuestos (homosexual-heterosexual), sino un continuo en el cual hay una gradación en preferencias sexuales. Luego me hace admirarlo más, pues reconozco que ha entrenado su mente con disciplina para hacerse fuerte, y ha desarrollado sus propias estrategias para aprisionar a los pensamientos pecaminosos.

Yo recibo como reto propio el entrenar mi mente en 2009 para pelear. Necesito memorizar la Escritura, para confrontar a una fantasía contra un versículo bíblico que le pegue justo en el rostro. Necesito ser intencional en lo que pienso. Necesito estar en contacto con mis compañeros de responsabilidad CADA DÍA para que puedan monitorear mis ideas, y me impulsen con mis propias estrategias. Quiero poner por escrito varios axiomas (principios) que mi mente ha desarrollado en este proceso de restauración. Quiero leer más acerca de filosofía y lógica, para obligar a mi mente a no aceptar argumentos de mentira (si tan solo pudiera el lector ver dentro de mi mente, y ver cuántas veces ésta me miente; cuánto quiero ser fuerte para no ceder racionalizar y explicarme a mí mismo las razones por las cuales "creo" que es bueno pecar...*phew*). Tengo bastante en que trabajar el otro año.