Hoy (17/02/09) me llené de temor y ansiedad mientras estaba de retiro personal. Después de presentar mis emociones al Espíritu Santo, entiendo que aún tengo miedo a mostrar ante la autoridad que tengo necesidades legítimas que deben ser satisfechas: necesito descanso, amistad genuina y estar solo.
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Pedí perdón a Dios, pues estoy consciente de que no me animé a pedir permiso diciendo la verdad (estoy cansado, necesito retirarme a recuperarme). Hay una vaga idea en mi interior acerca de la razón por la cual me da miedo reconocer que necesito un descanso. Sin embargo, sigo ahora adelante, sabiendo que no tengo todas las respuestas ahora, pero si que me comprometo a abrazar la obra del Espíritu Santo en mi vida, y que de ahora en adelante debo hablar con la verdad cuando se trate de pedir un tiempo de pausa, y que debo esforzarme constantemente en participar en actividades que satisfagan estas necesidades, y que puedo encontrar en mi camino las raíces de este temor.
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Hoy, al transcribir esta entrada de unas hojas de cuaderno al blog, veo que he escrito la palabra 'necesito' varias veces en las últimas entradas, y descubro que me incomoda reconocer lo que necesito. Entrego esto hoy mismo ante Dios, y renuncio a toda iniquidad que me haga creer que debo negar mis debilidades y parecer incansable, siempre fuerte y dispuesto a hacer lo que haya que hacer.
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