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Brownie Points (BP) describe el sistema de puntos, y de recompensas emocionales que a veces uno lleva como conteo mental. Si hacemos buenas acciones, creemos ganar BP en nuestro conteo. Si quedamos bien ante nuestras autoridades, contamos con BP que creemos poder cobrar y merecer, en forma de recompensas como prestigio ante otros, influencia, o palabras de afirmación. .
También hay BP negativos. Si quedamos mal, si fallamos, nosotros mismos nos descontamos BP, y creamos expectativas de merecer ser social/ emocional/ relacionalmente castigados por otros.
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En un sistema de BP, resultamos incluyendo, haciendo jugar, y compitiendo contra otras personas. Contamos puntos, recompensas y castigos, comparando nuestro desempeño con el de otros. Mis BP se comparan con tus BP y con los de otros.
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El punto de esta explicación es que en la prédica de Joyce me doy cuenta que llevo un sistema como este, en el edificio en el que trabajo, y en mi vida personal y ministerial. Creo firmemente que hago puntos, y que merezco recompensas por las acciones que califico como buenas. No solo creo hacer BP con otras personas, sino con Dios.
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Y me he enojado en extremo -me he deprimido negramente cuando otros son recompensados, o cuando yo percibo que soy castigado. Incluso algo angustiante es que a veces creo que una de las recompensas que 'merezco' es una probadita del antiguo pecado sexual.
En este momento cabe explicar que ya he empezado a bloguear acerca de como perdí mi esencia, el núcleo de lo que Dios ha estado haciendo conmigo, y que así he abierto la puerta a ideas horribles en mi vida, y a la tentación sexual.Ahora me pregunto, ¿Cómo pude dejar que mis días en el ministerio se hicieran tan miserables? ¿En qué momento perdí la motivación correcta? ¿De quién y que circunstancias aprendí a hacer esto? ¿Que se requiere para abandonar estas conductas egoístas?
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Esta entrada continuará luego en Brownies... carbonizados.
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