Cuando yo solía ser andrógino

Androgenia es la cualidad de no mostrar características femeninas ni masculinas, sino una apariencia, mentalidad y personalidad ambigua, neutra. ¿Existe algo así? Ohhh, sí. Hoy en día hay tribus urbanas como los floggers, y bandas musicales como Tokyo Hotel (foto incluida, -y no, no llegué a verme así de plástico) que representan el look moderno andrógino.

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Durante esta semana encontré un artículo extenso en Boundless, The Crisis of Manliness. El autor analiza distintos temas, como la violencia escolar, la ausencia de un padre y su relación con varios problemas sociales, y el liderazgo histórico del género masculino. Pero hay varios puntos acerca del adormecimiento de la hombría en la sociedad, que él menciona y que en mi opinión, fueron factores que me acercaron a la homosexualidad, y cuyas contrapartes ahora inciden en mi restauración.

[Hago una pausa para repetir e insistir en dos realidades: (1) yo sé que sigo siendo responsable por el estilo de vida que escojo, no hago del todo responsable a mi entorno, y (2) el involucramiento en la homosexualidad no es una regla general para todo hombre que haya vivido experiencias como las que comentaré a continuación.]

Un gran factor es que recuerdo haber sido criado con la opción de escoger los rasgos, juegos, actitudes y profesiones que yo quisiera, sin que importara la masculinidad o femeneidad de los mismos. Cuando hice mis primeros estudios para ser maestro, leí que los niños y niñas que crecen con una crianza andrógina son más felices, mejor adaptados y más exitosos, y así me enorgullecí de la forma en la que fui criado, y decidí cultivar este estilo de vida. Sé que las actividades y la ropa no hacen identidad, pero el rechazo a roles determinados si pudo hacer daño en mi vida.

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Esta es una realidad que re-descubrí o re-pensé hasta esta semana, cuando leí este artículo que mencioné. Quienes leen este blog saben que ahora mi vida está muy lejos de vivir una vida ambigua entre dos géneros, y me he decidido abiertamente a buscar los rasgos masculinos que siempre me han pertenecido como herencia en Cristo.

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Este artículo se presta para comentar mucho más, especialmente acerca de como el aceptar y vivir una identidad masculina, construye una personalidad en clama, ynos hacer ser atractivos hacia y ser atraidos por las mujeres. Escribo más al respecto pronto.