jueves, 30 de abril de 2009

Ulises 31

El artículo de Waller R. Newell, The Crisis of Manliness, me ha recordado mi infancia en varias formas, incluyendo las caricaturas que veía. Honestamente, creo que hubo varios de estos programas que apelaban más a una criana de niña que de niño -ya lo comenté en el post anterior, que en casa no había supervisión al respecto.
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Pero hay una caricatura rescatable en mi crianza y que aún está grabada en mi cabeza: Ulises 31. El programa narra las aventuras de Ulises y su hijo Telémaco, basada en la Odisea, escrita por el poeta griego Homero, pero ambientada en el siglo 31 (¡genial caricatura! tenía que levantarme a las 4:30 AM para verla).



Walter R. Newell nos recuerda que Telémaco, hijo del gran héroe de guerra, Odiseo (Ulises), se embarca en un viaje para encontrar a su padre perdido y por ende salvar a su madre de los nobles opresivos que desean que ella de a su esposo por muerto y que se case con uno de ellos.
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Mientras Telémaco busca a su padre en una aventura paralela a la propia búsqueda de Odiseo de un camino de regreso a casa con la esposa y el hijo que no ve hace tanto tiempo, Telémaco es educado a través de las aventuras de su padre y deja de ser un niño para convertirse en hombre, guiado por la sabia diosa Atenea, quien también es la mejor amiga de su padre entre los dioses del Olimpio. La búsqueda de Telémaco de su padre perdido, guiado por la diosa, en efecto le provee con la crianza que Odiseo no pudo darle, aunque aún es su inspiración desde lejos, pues el niño aprende durante sus viajes acerca de las experiencias de su padre y quiere probarse a sí mismo como el hijo valioso de un héroe.
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Muchos de nosotros somos como Telémaco, alguna vez niños en un hogar destrozado, forzados en una edad demasiado joven a ser protectores de nuestra madre en contra de hombres opresivos; niños que deben criarse a sí mismos con la esperanza de dar la talla de un padre ausente que se sentiría orgulloso si pudiera vernos.
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Pero lo que más recuerdo de la caricatura de las 4:30 AM, no era la triste historia, sino que encontrar a Ulises, y luego encontrar el camino de regreso a casa, era para Telémaco una aventura genial, que siempre habría amigos oportunos en los ambientes mas difíciles, y que todos los peligros valían la pena para estar cada vez más cerca del hogar. :)

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