En medio del camino, hay ocasiones en que la tentación viene en forma de fantasías antiguas que ocuparon mi mente durante mucho tiempo. Por supuesto que no voy a comentarlas en detalle –voy a referirme a ellas con números, pues mi punto es hacer notar como las semillas del pecado sembradas en la infancia o en la adolescencia, pueden seguir germinando y dando fruto de maldad en la edad adulta. Durante mi estadía en Miami algunas de estas ideas saltaron a mi mente, y pude comentarlas abiertamente con un amigo y compañero de ministerio, quien estaba atravesando su propia cuota de luchas contra fantasías y fijaciones antiguas.
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Recuerdo cuando se formó la fantasía número uno (F1). Encontré en una revista de mi papá un ‘reportaje’ que me encendió la mente –hace unos dieciocho años. Tardé muchos años en darme cuenta de que estas revistas masculinas presentan artículos pseudos-intelectuales para encender la lujuria en un hombre. Durante esta semana encontré una entrada en un blog que visito frecuentemente, que me encendió de nuevo. Un padre de familia al que respeto mucho por el tipo de recursos que recomienda en su blog, seguramente escribió algo que estaba atravesando por su cabeza; él mismo comenta que su esposa le dijo algo como ¡ni lo sueñes!
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La fantasía número dos (F2) también proviene de una de esas revistas de mi papá, con fecha de 1979 (yo ni siquiera había nacido). En efecto, el autor predijo una realidad pornográfica que ya existe en nuestros días, y mi alma esperaba inconscientemente que se cumpliera. Esta semana encontré un estante completo de novelas gráficas sobre el tema en una librería (un lugar genial, aparte del incidente), y lo he visto en estantes en centros comerciales en mi propio país, en iTunes, etc. Haberlo confesado me pone en perspectiva y haberlo desenterrado me hace bien.
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De la misma manera hay varios recuerdos/deseos de mi infancia que ahora me doy cuenta que se han convertido en deseos más fuertes como adulto, y que determinan algunas de mis conductas y gustos en materia de entretenimiento. Sé que en su momento también tendré que sacarlos a luz. Por ahora quedan listadas en el área de borradores de este blog en mi disco duro.
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Creo que en lugar de huir de estas fantasías, llega el momento en la vida de un hombre en el que hay que enfrentarlas. Eso significa pedir ayuda de un amigo sabio, colocar los límites tecnológicos y humanos necesarios, pedir perdón a Dios por la responsabilidad personal de haberme llenado la mente con basura, y seguir adelante. También me hace estar consciente de cuan importante es supervisar y cuidar el material que uno guarda en casa, pues no es necesario exponer a un niño a esta basura. Me hace pensar también en que luchas o ideas que hoy en día se atraviesan en mi mente, son en realidad semillas que debo sacar fuera de inmediato, no sea que dentro de unos años generen fruto amargo. Sabiendo que mi lucha contra las revistas data de hace tanto tiempo, me hace mucho más sentido mi búsqueda reciente de mejores revistas masculinas.
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