viernes, 22 de mayo de 2009

los llamados que escucho...

Durante todo este viaje, he estado pendiente de escuchar en mi interior lo que Dios está mostrándome. He tenido expectativas constantes de restauración, y de construcción espiritual, de amistad y de paternidad.
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Desde el momento en el que autorizaron mi visa para viajar, encontré un mensaje de paternidad especial de parte de Dios. Honestamente, por estar ocupado en cosas del ministerio, nunca oré pidiendo favor especial ante los oficiales de migración. Cuando lo recordé el día anterior a mi cita, le pedí perdón a Dios por eso, pero tuve una sensación como si Él me dijera "tranquilo, has estado ocupado en mis negocios; ahora yo me encargo de lo tuyo". Y así me dieron la visa facilísimo.
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En Expolit, volví a escuchar el llamado a escribir mi historia -una idea que nació junto con este blog. El equipo de ventas en otro booth, junto a la autora de "Atrévete a escribir" (el libro que compré), me retaron a presentar un libro en el 2010. Me recordaron que hay muchos necesitados de leer un testimonio de restauración, y que lo que he vivido es un recurso valioso en el Reino.
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Estando fuera, encontré en mi interior el deseo fuerte, muy fuerte, de no darme por vencido nunca para conquistar a una mujer. Durante muchos años he sido un cínico del enamoramiento, burlándome de toda expresión romántica. Sé que lo hice para protegerme. 'Lamentablemente (¿afortunadamente?)', he tenido que dejar tirada esa falsedad... mi interior ha cambiado y ya no puedo negar que tengo un deseo de hacer una vida estable, en un matrimonio y de entregarme con todo a quien sea la indicada. Me doy cuenta de que es un rasgo de carácter de masculinidad que ni siquiera me esforcé por cultivar, y ahora se ha hecho presente.
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Por supuesto, también escuché en mi interior la confirmación de "nací para hacer ésto, y quiero seguir haciéndolo por mucho tiempo", cuando estaba en el booth, y hablándole a la gente acerca de lo que hacemos en Libres en Cristo, y de como mi vida anterior ha quedado atrás.

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