jueves, 3 de septiembre de 2009

La gente primero, las tareas después

Cuando mi pastor inició la primera prédica en el retiro del fin de semana, pensé que era un tema que ya había escuchado y leído: los tres deseos centrales del corazón de un hombre, una guerra por pelear, una aventura por vivir y una bella por rescatar.
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Pues bien, empecé a recordar que durante las últimas semanas había estado muy desganado, aburrido en mi trabajo. Y fue así como entendí que mi ministerio había dejado de ser la aventura que es, y se había convertido en un empleo. Dejé de disfrutar el atender a las personas, porque me había ahogado en todos los pendientes, el papeleo, las estadísticas, las tareas que rodean el trabajo. ¡Por eso estaba tan aburrido, pues dejé de lado el propósito para el cual fui creado! Hace mucho tiempo que dejé mi práctica de interceder, aconsejar, ministrar, en realidad, de meterme en el charco de lodo para sacar a aquellos que se están ahogando. Eso sí era emocionante.
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Esta semana, al regresar, me propuse hacer cambios. El día lunes, lo dediqué solamente a atender gente, y eso me devolvió a la vida. Empecé a analizar todos mis 'pendientes' y me di cuenta que casi ninguno era en verdad importante; todos podían esperar o incluso, ser pasados por alto.
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Nunca más quiero olvidar que las personas son primero, y que son ellos por quienes voy a rendir cuentas ante Dios, no por el papeleo y las tareas que hago.

3 comentarios:

Jose Manuel Castañeda dijo...

Como diría alguien por ahí "Yisus Meri an Yosef"... Este post es increíble...! esta cargado de realidad... la verad creo que personalmente me veo también "ahogado" entre tanto "procedimiento" cuándo realmente es indescriptible, el poder vivir a pleno el ayudar a otras personas... En serio, se me había olvidado ésto, esta reflexión junto con un correo que recibí hoy por la mañana me hablan sobre importancia de disfrutar esta "aventura" como realmente lo decís, a veces nos enfocamos solamente en como ayudar... "de esta forma si y de esta no" y se nos olvida que lo que realmente importa es oler a "oveja" y cumplir el propósito, por el cual atravesé tanto... En serio tengo que meditar en esto que escribís, creo que sería de gran ayuda reflexionar sobre si verdaderamente estoy disfrutando la aventura del servicio y el ministerio... Fantástico!!!

Ju dijo...

El enfrentar la realidad de darnos cuenta que muchos de nuestros pendientes eran distracciones o anestésicos directo a nuestro corazón aventurero, a traído una fuerte oleada de frescura y animo a mis lunes para cargar la semana de actividades extremas y emocionantes...

Neto dijo...

Y sabes que es lo irónico? Ayer como te conté, estaba estresado... y parte de eso es que 'los procedimientos y los papeles' se enojaron por no recibir atención, y reclamaron su cuota de poder, y probablemente me gane un regaño.

De hecho, tengo un problema con un correo que no envié el día lunes mientras estaba atendiendo gente. Pues 'el correo' sigue perdiendo, y la prioridad sigue siendo la gente.

Defender ese espacio y esa decisión no ha sido fácil.