miércoles, 29 de octubre de 2008

¿Que podrá amedrentarme?

En estos días, la ausencia de comida para calmar ciertos temores y ansiedad, ha hecho que salgan a la superficie los nombres específicos de algunas cosas que los disparan. Mientras tanto, Dios me ha concedido disfrutar y en verdad alimentarme en Sus promesas, de tal manera que encuentro frases que me hacen confiar cuando mi interior se revuelve. Cada una de estas frases.

El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida; ¿quién podrá amedrentarme?

Aun cuando un ejército me asedie, no temerá mi corazón; aun cuando una guerra estalle contra mí, yo mantendré la confianza.

Porque en el día de la aflicción él me resguardará en su morada; al amparo de su tabernáculo me protegerá, y me pondrá en alto, sobre una roca. El corazón me dice: «¡Busca su rostro!»

Y yo, Señor, tu rostro busco. No te escondas de mí; no rechaces, en tu enojo, a este siervo tuyo, porque tú has sido mi ayuda. No me desampares ni me abandones, Dios de mi salvación.

Pon tu esperanza en el Señor; ten valor, cobra ánimo; ¡pon tu esperanza en el Señor! Salmo 27 NVI

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