viernes, 14 de noviembre de 2008

pertenezco... excepto en esto

Sé que me siento incluido, y que soy parte de muchos círculos sociales que valoro. Sé que pertenezco porque Dios así me valida.
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Sin embargo, el fin de semana pude identificar que hay algo en lo que aún no siento por completo el espíritu de grupo: En la actividad física y en el deporte. Durante muchos años me opuse intencional y neciamente a ser parte de algo, incluyendo cualquier deporte organizado. ¿Cooperar con otros por una meta? Nop, no era para mí. ¿Compartir con otros una misma pasión y diversión? No, yo era distinto y debía hacerlo valer.
*mira al horizonte con ojos de incredulidad*
Esta actitud me trajo mucho daño físico y emocional, y no fue hasta este año que entendí que deshonro a Dios si descuido mi cuerpo. Durante los últimos meses he hecho ejercicio durante 6 días a la semana, una hora diaria al menos. He bajado de peso y el ejercicio me hace verme mejor; el hábito de levantarme a las 4:30 AM me ha hecho disciplina y es algo que pienso nunca dejar y aumentar cada vez más.
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Sin embargo, no siento hacer deporte en grupo. Simplemente no. Quiero registrarlo y revisar esta entrada un año después, porque sospecho que Dios va a empujarme hacia la orilla una vez más para que yo sea responsable por cambiar esta conducta oposicional.

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