- ¿Cómo procederá el Espíritu Santo para restaurar a un hombre que perdió su familia y ministerio?
- ¿Nos hacen falta estructuras como Iglesia, como Cuerpo de Cristo, para rodear y apoyar a un hombre que lucha, y evitar estos desastres?
- ¿Qué hace a un hombre decidir por el placer inmediato en lugar de una vida abundante a largo plazo, a pesar de haber sido advertido?
- ¿Podríamos hacer algo para fortalecer la voluntad de los aconsejados?
- ¿Qué tan cerca estoy YO de escoger el pecado?
- ¿Qué tanto valoro YO el placer inmediato en lugar de seguir mi destino?
- ¿Cómo puedo saber si estando YO frente a la tentación, podría reaccionar como "un buen soldado cristiano", o ceder también al pecado?
- ¿Cuáles son mis opciones hoy, y qué decisiones debo tomar para no terminar dentro de seis meses en un estado de pecado?
- ¿Quiénes de mis amigos o de mis aconsejados, terminarán dentro de seis meses en un estado peor que el actual, por no tomar decisiones radicales, o dejar todo para el día siguiente?
Puedo decirte que no todas mis respuestas están claras por ahora, y sería útil que tú reflexionaras en tus propias respuestas también. Estoy consciente de que ni Dios mismo puede obligarnos (obligarme) a escoger la mejor opción. Algo que guardaré para siempre en mi corazón es la forma en la que en el libro de Deuteronomio, luego de cada victoria, o en cada encrucijada, Dios le pega en la cara al pueblo de Israel con esta advertencia:
»Hoy pongo al cielo y a la tierra por testigos contra ti, de que te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Elige, pues, la vida, para que vivan tú y tus descendientes.
Deuteronomio 30:19 NVI
A cada momento debían repetirlo. Sin embargo, su corazón estaba inclinado a escoger el mal, y Dios advierte a Moisés del desastre que se vendría encima.
Entonces el Señor se apareció a la entrada de la Tienda de reunión, en una columna de nube, y le dijo a Moisés: «Tú irás a descansar con tus antepasados, y muy pronto esta gente me será infiel con los dioses extraños del territorio al que van a entrar. Me rechazarán y quebrantarán el *pacto que hice con ellos.
Cuando esto haya sucedido, se encenderá mi ira contra ellos y los abandonaré; ocultaré mi rostro, y serán presa fácil. Entonces les sobrevendrán muchos desastres y adversidades, y se preguntarán: "¿No es verdad que todos estos desastres nos han sobrevenido porque nuestro Dios ya no está con nosotros?"
»Escriban, pues, este cántico, y enséñenselo al pueblo para que lo cante y sirva también de testimonio contra ellos. »Cuando yo conduzca a los israelitas a la tierra que juré darles a sus antepasados, tierra donde abundan la leche y la miel, comerán hasta saciarse y engordarán; se irán tras otros dioses y los adorarán, despreciándome y quebrantando mi pacto.
Y cuando les sobrevengan muchos desastres y adversidades, este cántico servirá de testimonio contra ellos, porque sus descendientes lo recordarán y lo cantarán. Yo sé lo que mi pueblo piensa hacer, aun antes de introducirlo en el territorio que juré darle.»
Deuteronomio 31:15-21 NVI
Yo sé que ahora tengo mis propios caminos, mis propios testigos, y mi responsabilidad personal. Esa es una de las razones por las que escribo este blog. Si voluntariamente abandonara lo que ahora tengo para ir en pos del pecado, entonces esta pantalla, y los lectores del mismo, serían testigos de que siempre yo mismo estuve advertido.
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