miércoles, 15 de julio de 2009

Una molestia que resultó siendo en realidad un momento de validación

Solía fastidiarme por las ocasiones en las que mi jefe aprovechaba a estar enfrente de sus conocidos o gente que lo admira, para comentar en público conmigo acerca del trabajo, o para darme instrucciones sencillas. Pensaba que no podía dejarme en paz con asuntos laborales, incluso en tiempo libre... Hasta que entendí que era su forma de mostrarse orgulloso, y de validarme frente a otros hombres; su manera de permitirme mostrar que sé hacer mi trabajo y que hago lo que Él considera importante.
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Muy al estilo John Eldredge.

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