miércoles, 26 de agosto de 2009

No te dejés*

Con esto no quiero decir que yo haya logrado ya hacer todo lo que les he dicho, ni tampoco que ya sea yo perfecto. Pero sí puedo decir que sigo adelante, luchando por alcanzar esa meta, pues para eso me salvó Jesucristo. Hermanos, yo sé muy bien que todavía no he alcanzado la meta; pero he decidido no fijarme en lo que ya he recorrido, sino que ahora me concentro en lo que me falta por recorrer. Así que sigo adelante, hacia la meta, para llevarme el premio que Dios nos llama a recibir por medio de Jesucristo.

Filipenses 3:12-14

Hoy, que me siento tentado, estoy haciendo exactamente lo contrario a lo que dice este verso. Me estoy enfocando en lo que ya recorrí y el verso dice lo opuesto: necesito pensarme en lo que debo recorrer.
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Hoy me estoy sintiendo estancado, tengo una sensación de que los rasgos de restauración que muestro se están perdiendo, y según yo, para asegurarlos o recuperarlos, necesito recordar todo lo bueno que ya ha pasado en mi vida. No es eso lo que debo hacer.
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La Biblia me llama ver hacia adelante, no hacia atrás. Me indica que debo agarrar fuerzas para conquistar lo que aún no tengo, y a confiar en que la meta será genial. Ahora miro hacia el estado de vida que quiero alcanzar en mi futuro matrimonio, en mi ministerio, en mi vida personal y en mis hábitos de santidad...
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*gracias por el consejo, Tito.

1 comentario:

Tito! dijo...

Por nada vos... estamos para ayudarnos... sabes que voy a publicar mi otro blog, le voy a dar un poco de tráfico no estoy tan seguro pero creo que ya es justo.