Sé que uno de los procesos en los que mi mente empezó a cambiar en cuanto a identidad sexual, tiene que ver con empezar a sentirme cómodo con la masculinidad, y a verme a mí mismo como hombre.
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Cuando cobré consciencia de que podía mostrar valores masculinos como riesgo, solidaridad, amistad, auto-disciplina, obediencia, y esfuerzo, entonces mi interior empezó a sentirse distinto. La comodidad con mi propio cuerpo, con la forma en la que estoy constituido, junto al empezar a disfrutar el ejercicio físico, han hecho que deje de buscar en otros características para admirar, pues ahora me siento orgulloso de MI propio cuerpo. Las palabras de validación y el afecto sano de hombres mayores que yo, y la amistad de otros también han tenido un gran impacto, así como reconciliarme con la autoridad y apreciar los modelos positivos que Dios ha provisto para mí.
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Supongo que al empezar a entender la masculinidad como lo que "los otros tienen", entender que no es un misterio que tengo vedado, o algo que nunca podría alcanzar, y al estar relativamente lleno de afecto, empiezo a enfocar el deseo de belleza física, de comunión, de este afecto en el sexo opuesto. El saber que soy yo quien tiene lo que es necesario, ha cambiado mi perspectiva y me ha hecho saber que una mujer puede encontrar en mí lo que necesita.
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Aún es difícil luchar contra las tentaciones antiguas, no todos los días son buenos; pero ahora son algo como una molestia sobre la cual puedo decidir pensar o no. Y sé que es un largo camino por recorrer aún, pero es un gran inicio.
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