lunes, 22 de junio de 2009

Un oso huérfano es defendido por un padre

Atinadisísimo. Pero. ¿Por qué no tuve la confianza de correr de esa misma manera cuando fui atacado la otra vez? ¿Por qué no pude pensar en una figura paterna con quien acudir ese día, incluso cuando mi pastor estaba a 5 metros de distancia?

Original en EH.

No hay comentarios: